LA SALVACIÓN Y LO QUE OBTIENES
LA SALVACIÓN
LO QUE OBTIENES
(Juan 3:16)
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, sino que tenga vida eterna.
La salvación no solo nos libra de la condenación, sino que nos otorga vida eterna. Nuestra esperanza no se limita a esta vida terrenal; sino que se extiende más allá, una existencia y vida eterna con Dios gracias al sacrificio de Jesús en la cruz.
CONSEJOS PRACTICOS
En momentos de crisis o pérdida: Cuando enfrentes situaciones difíciles, como la enfermedad o la pérdida de un ser querido, recuerda siempre que la vida en la tierra es muy corta. Como hijo de Dios, tienes la promesa de la vida eterna, lo que te puede ofrecer consuelo y perspectiva en medio del dolor.
En decisiones diarias:
Al tomar decisiones, grandes o pequeñas, piensa en cómo estas afectarán tu vida eterna, no solo tu vida actual. Esto puede animarte a vivir tu día a día de manera más alineada con los valores del reino de Dios, buscando primeramente lo agradar a Dios en cada momento de tu vida.
Al compartir tu fe:
Cuando hables con otros acerca de tu fe, transmite tu esperanza y vida eterna que te ofrece Jesús. Muchas personas buscan seguridad y esperanza, algo seguro en qué confiar. La promesa de vida eterna y la reconciliación con su creador es un punto de encuentro muy deseado para estas personas.
Consejo pastoral
Recuerda siempre que la salvación es más que escapar del castigo. Es la entrada a una relación restaurada y reconciliación con su Creador que también los está buscando. La Salvación y promesa de vida eterna es para todo el que recibe el perdón y se reconcilia con Dios.
En los días buenos y malos, usa esta esperanza; puede ser tu ancla y tu consuelo. Lleva esta verdad en tu corazón y no olvides compartir este regalo que Dios te ofreció. Permite que tu esperanza moldee cada aspecto de tu vida.
